EL AGUA POTABLE

Mujeres de Maquique acarreando cubos de agua desde el puente de Moscad o Virgilio

D. Antonio Moscad, nos cuenta en sus memorias lo que os transcribo sobre el agua potable:

"A veces era toda una odisea el poder conseguir que te llenaran una garrafa o un cántaro de agua potable, transportada a través de una estrecha vía férrea que, partiendo desde Colinas, llegaba hasta El Puntal, por donde circulaban dos tanques llenos de agua tirados por un mulo con más años que Matusalén. Algunos tanques se quedaba en Casa Alta y otros en Alfonso XIII y, por último, llegaban a El Puntal. En la misma esquina de la Papelera estaba un tal Rafael que era quien vendía el agua potable a todos los que de todas partes veníamos, con caballo o mula, o en bicicleta si los caminos lo pemitían. Veníamos para cargar las dos o tres garrafas o cántaros y recuerdo por cierto que siempre estaban alrededor del tanque infinidad de garrafas y cántaros rotos. en fin, que como ya digo, anteriormente, era a veces toda una odisea el poder llenar las garrafas de agua potable para poder beber y hacer la comida, y en ocasiones, cuando no habíamos conseguido agua potable, nos apañábamos con el agua de los filtros, o sea, de pequeños agujeros de unos cincuenta centímetros de diámetro que hacíamos en la orilla de los canales de riego, y cuya profundidad de sesenta o setenta centímetros y en el fondo colocábamos una capa de gravilla. Esta era el agua que suplía a la potable cuando no podíamos conseguirla.

Al cabo de unos años, la Compañía R. Beca, colocó una tubería de uralita desde Colinas hasta El Puntal, construyendo un pequeño depósito en Casa Alta, otro en Alfonso XIII que todavía existe y otro en El Puntal. Y desde entonces, ya fue más factible el conseguir agua potable sin tantos problemas".

D. Antonio Moscad.